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Quiénes Somos
Quiénes somosLa Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que promueve desde 1951 una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 Estados Miembros y presencia en más de 100 países. La OIM tiene presencia en el Triángulo Norte de Centroamérica desde 2014.
Sobre nosotros
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OIM Global
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Nuestro Trabajo
Nuestro TrabajoComo organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve la migración humana y ordenada, la OIM juega un rol clave en cuanto a apoyar el logro de la Agenda 2030 por medio de diferentes áreas de intervención que conectan a la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible. En el Triángulo Norte de Centroamérica, la OIM ofrece una respuesta integral a las necesidades humanitarias de los migrantes, los desplazados internos, los repatriados y las comunidades de acogida.
Prioridades transversales
Prioridades transversales
- Datos y Recursos
- Actúa
- 2030 Agenda
Nombre: Juan Carlos Barrientos.
Ocupación: Estudiante.
País de residencia: Alemania.
País de origen: Honduras.
Juan Carlos creció en Tegucigalpa, la capital de Honduras. Tras completar el Grado de Derecho, quiso desarrollarse como experto en preservación del Patrimonio Cultural. Desde septiembre de 2016 está instalado en Cottbus, una ciudad alemana que se encuentra a una hora de Berlín, cursando una maestría.
“Estuve ahorrando por mucho tiempo, ya que el Estado Alemán pide tener cubierto todo el tiempo que duren los estudios”.
Lo que le motivó a marcharse fue la situación política y el ambiente de violencia que se vive en el país. “Esta es una de las causas que obliga a personas como yo a buscar nuevos horizontes”, señala Juan Carlos, quien considera que muchos hondureños y hondureñas se han acostumbrado a sentir temor. “Durante un intercambio cultural en Austria experimenté que eso no tiene que ser así. Quería esa vida para mí: caminar por la calle sin miedo a que me asalten”.
Juan Carlos siente que su hogar todavía está en Honduras. “Cuando despegaba de Tegucigalpa, me impactó pensar que posiblemente podría pasar mucho tiempo hasta que volviera. Es una sensación de tristeza que uno siente en la garganta, por no saber quién ya no estará cuando regrese”.
Dedicado por completo a sus estudios, le gustaría lograr una oportunidad laboral en Alemania cuando los finalice, a pesar de extrañar a la gente hondureña. “He aprendido a detenerme para no saludar por los pasillos a la gente. Extraño la sonrisa de la gente en la calle y su calor humano”, explica. “Uno tiene que acostumbrarse a que no puede abrazar, así nomás”, concluye entre risas.