Historia
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  • Ekaterina Chirinos, Celeste Arias y Sonia Lagos

El cambio climático está redefiniendo los patrones de migración en Honduras, donde, en los últimos años, miles de personas tuvieron que dejar sus hogares como consecuencia de los efectos del cambio climático, como sequías, inundaciones, contaminación y la deforestación.  

"Antes no entendía cómo el cambio climático afectaba nuestra vida diaria, ver los techos frágiles, las paredes dañadas y todo el lodazal alrededor me impactaba”, cuenta Moises García, un estudiante de Alianza, una comunidad del sur de Honduras afectada por inundaciones recientes. "Pero ahora sé que, además, esto conlleva a la migración irregular o el desplazamiento forzado, y es necesario actuar antes de que sea demasiado tarde”, agrega. 

Moisés Abrahan García aspira a convertirse en un líder comunitario compartiendo sus conocimientos sobre la importancia de cuidar el ambiente. Foto: OIM/Marcela Díaz

Entre los datos más recientes, según el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC) , entre 2008 y 2023, más de 1.1 millones de personas hondureñas se vieron obligadas a desplazarse internamente a causa de fenómenos climáticos extremos. Estos desplazamientos se han intensificado en los últimos años, como lo demuestra la Encuesta Nacional de Migración y Remesas de 2023, desarrollada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en conjunto con el Instituto Nacional de Estadísticas, que señala estas afectaciones en el área urbana y rural. 

Ante este escenario, la OIM ha impulsado el trabajo de las redes locales conformadas por instituciones gubernamentales y organizaciones de sociedad civil que cumplen un importante rol en el fortalecimiento de la gobernanza migratoria y la sensibilización sobre el cuidado del medio ambiente. 

El departamento de Valle, al sur de Honduras, cuenta con ecosistemas costeros que están siendo afectados por inundaciones y contaminación. En esta zona, la Fundación ADED VALLE desarrolla, con el apoyo de OIM, estrategias que contribuyen a sensibilizar a la población sobre la importancia del cuidado del medio ambiente como mecanismo para disminuir la migración irregular. 

La mayoría de los municipios de la zona norte y sur de Honduras se ven afectados de manera recurrente por eventos climáticos extremos, lo que aumenta la vulnerabilidad en la población. Foto: OIM/Marcela Díaz

Conscientes de esta situación, han liderado iniciativas con la juventud, incluyendo talleres de fortalecimiento en esta temática y el empoderamiento de centros educativos para ser promotores de prácticas sostenibles que favorezcan a reducir los riesgos de desastres.

"Me gustaría ayudar a mi comunidad compartiendo mis conocimientos. Quiero crear boletines informativos sobre los problemas ambientales en mi región y datos que permitan tomar una decisión informada antes de migrar. Con todo esto, quiero generar consciencia en mi comunidad”, comenta Ruth Saray, una joven de la comunidad de Alianza, Valle, ubicada a unos 180 kilómetros al suroeste de la capital de Honduras, Tegucigalpa. Como destacada estudiante, aspira a sumarse con la juventud en la lucha contra el cambio climático. 

 

Ruth Saray, estudiante del Centro de Educación Básica Lempira, participa en el Taller sobre migración, cambio climático y gestión de riesgo en Alianza, Valle (Honduras). Foto: OIM/Marcela Díaz

También el arte ha demostrado ser un recurso útil para conectar con las emociones y generar conciencia. Jóvenes del Centro de Educación Básica Lempira de Goascorán, también al sur del país, han creado un mural que, no solo embellece sus alrededores, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Cada pincelada refleja el trabajo en equipo y el profundo arraigo a su comunidad.

Estudiantes del Centro Educativo Básica Lempira demuestran su talento en un mural inspirado en la naturaleza de Goáscorán, Valle (Honduras). Foto: OIM/Marcela Díaz

Estas iniciativas se han convertido en espacios donde jóvenes como Moisés y Ruth encuentran un sentido de pertenencia a la comunidad y comparten experiencias similares. Empoderados y empoderadas por el conocimiento y la conciencia social, comparten el mismo sueño de inspirar a más jóvenes. 

Durante las jornadas de capacitación con la OIM, estudiantes crearon grupos de trabajo para identificar cómo el cambio climático impulsa la migración irregular y el desplazamiento forzado. Foto: OIM/Marcela Díaz

“Participar en estos talleres es más que asistir a una clase. Ahora, que comprendo mejor la situación, sé que podemos actuar y marcar una diferencia”, reflexiona Ruth, “Algunas personas dirán que somos muy jóvenes para entender, pero con lo que he aprendido sé que puedo ser parte del cambio”, agrega. 

La juventud de la zona sur hace eco de sus iniciativas en una comunidad costera al norte de Honduras. La red de mujeres municipales de Omoa, junto a sus hijos e hijas, participa activamente en espacios de fortalecimiento con la OIM. A través de actividades lúdicas y comunitarias, lideran iniciativas comunitarias relacionadas con el medio ambiente.  

La OIM, en coordinación con el gobierno local, lidera jornadas de formación para mujeres migrantes y de la comunidad, fomentando el intercambio de conocimientos sobre migración, cambio climático y género. Foto: OIM/Adriana Ramírez

Ada Luz Gómez, proveniente de la aldea de Chachahuala en Omoa, siempre ha sentido un llamado profundo a cuidar de su hogar. Con la esperanza de asegurar un mejor futuro para su familia y su comunidad, se ha unido a la siembra de árboles en La Miqueras, un área protegida vital para el suministro de agua de sus hogares. “Nos conectamos con la naturaleza de una manera que nunca había experimentado. Cuando caminábamos por el sendero y plantábamos un arbolito con nuestros hijos e hijas, sabíamos que estábamos haciendo algo bueno para todos y todas”, recuerda.  

El acompañamiento de los niños y niñas en espacios de aprendizaje, desarrollan un sentido de responsabilidad social y comunitaria. Foto: OIM/Adriana Ramírez

Cada historia es sinónimo del poder del conocimiento, la comunidad y la perseverancia. Y es que, en la voz de cada joven y mujer, la esperanza brilla con una fuerza inigualable, resonando a través de las montañas y valles de Honduras. 

La red de mujeres municipales se reúne en una jornada de reforestación en Las Miqueras, Omoa (Honduras). Foto: OIM/Adriana Ramírez

“Nuestras abuelas cuidaron de esta tierra. Nosotras estamos haciendo lo mismo, y sé que nuestros hijos e hijas lo harán por su familia”, comenta Ada sonriente.

En línea con el lema del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, 'Empoderar a la próxima generación para un futuro sostenible', la OIM está comprometida a implementar estrategias enfocadas a la resiliencia y empoderamiento en las mujeres y jóvenes, proporcionándoles las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre migración, abordar los desafíos del cambio climático y promover la igualdad de género en sus comunidades.