Refugio de Esperanza: Historias de migrantes en el Centro Sagrada Familia de Honduras

En el corazón de Danlí, al oriente de Honduras, entre las verdes colinas montañosas que parecen abrazar el horizonte, late un lugar al que miles de personas migrantes en situación de vulnerabilidad llegan tras días, semanas o incluso meses de travesías agotadoras. El Centro de Descanso Temporal Sagrada Familia, gestionado por Cáritas Honduras con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), no es solo un albergue, sino también un espacio de apoyo en medio de la incertidumbre, un lugar donde, por un momento, pueden dejar atrás el peso del viaje.

Cada día, personas como Jairo, Carol y Adrián cruzan sus puertas cargando historias que a menudo permanecen ocultas.

Originario de Caracas, Venezuela, Jairo llegó a Honduras con la esperanza de  descansar y recuperar energías. “Fue un respiro”, recuerda con una sonrisa. “Aquí, tanto mis hijos como yo pudimos encontrar esa paz que por mucho tiempo no sentíamos”.

En el Centro de Descanso Temporal Sagrada Familia, Jairo encontró en otras personas migrantes compañerismo: compartieron historias, consejos y, sobre todo, el apoyo de quienes trabajan en el centro.

Algo similar sintió Carol, quien, acompañada por sus dos hijos, fue recibida con calidez humana. “Danlí nos dio un lugar donde descansar. Nos ofrecieron comida y techo, algo que no teníamos desde hacía tanto tiempo”, comenta. “También me brindaron apoyo psicológico, y orientación sobre mis derechos. Ahora sé que no estoy sola”, concluye Carol, con una sonrisa que refleja la fortaleza y la esperanza renovada.

Para Adrián, un joven venezolano lleno de sueños, no se trataba solo de encontrar un refugio, sino de poder expresarse con alguien que entendiera su sentir, ser escuchado, y recuperar el ánimo. Y lo encontró al dialogar en un lugar donde la naturaleza y la paz se sentía en su alrededor.

“La humanidad que encontramos aquí me recordó que, aunque muchas cosas ya no tienen vuelta atrás, siempre hay un nuevo comienzo", concluye Adrián con una sonrisa renovada.

Un espacio seguro

El Centro Sagrada Familia, un espacio de acogida, protección se ha convertido en un refugio para más de 24 mil personas migrantes en situación de vulnerabilidad desde 2023.

Gracias al trabajo conjunto entre la OIM y Cáritas de Honduras, con el apoyo del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF, por sus siglas en inglés), personas de diversas nacionalidades de África, Asia y América han encontrado un lugar donde sus derechos son protegidos y donde reciben atención integral, acompañamiento psicológico, kits de higiene, alimentación, atención médica e información.

"Mediante el fortalecimiento de la gestión y coordinación de albergues, el equipo del centro ha sido capacitado para brindar una atención de calidad", explica Ámbar Assaf, coordinadora nacional de proyectos de OIM Honduras.

Jairo, Carol y Adrián son solo algunas de las personas cuyas vidas han sido tocadas por el Centro Sagrada Familia. En cada sonrisa y en cada historia de esperanza, se refleja el poder de la humanidad y la solidaridad. Allí, las personas migrantes saben que no están solas y que siempre habrá un lugar donde puedan encontrar paz y apoyo.