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Quiénes Somos
Quiénes somosLa Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que promueve desde 1951 una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 Estados Miembros y presencia en más de 100 países. La OIM tiene presencia en el Triángulo Norte de Centroamérica desde 2014.
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Nuestro TrabajoComo organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve la migración humana y ordenada, la OIM juega un rol clave en cuanto a apoyar el logro de la Agenda 2030 por medio de diferentes áreas de intervención que conectan a la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible. En el Triángulo Norte de Centroamérica, la OIM ofrece una respuesta integral a las necesidades humanitarias de los migrantes, los desplazados internos, los repatriados y las comunidades de acogida.
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La pandemia por COVID-19 pone en cuarentena los planes de hondureñas y hondureños
- Las historias de José, Odalys, Ángel, Pamela o Mariela son solo ejemplos de diferentes situaciones que han modificado los proyectos de vida debido al coronavirus.
- La OIM ha lanzado un sondeo en línea para conocer cómo está impactando la pandemia.
Tegucigalpa, 24 de junio 2020.- Desde que, el pasado mes de marzo, se declarara emergencia sanitaria y toque de queda en Honduras por COVID-19, muchas hondureñas y hondureños han visto cómo su vida y sus planes se veían afectados.
Las medidas impactan de manera inmediata y directa la movilidad humana y se generan nuevos patrones en la movilidad global, servicios de aerolíneas, manejo de fronteras, y cambios en las políticas migratorias. Además, se han producido cierres de negocios, provocando un aumento del desempleo e impactando directamente en la economía de las familias hondureñas.
Es el caso de José Alduví, quien trabajaba en una maquila de Choloma pero el pasado 3 de junio le llamaron para notificarle que, por el momento, no podían seguir contando con él. “Estuve esperando desde el inicio del toque de queda para ir a trabajar, pero cuando me llamaron fue para darme mi cheque de despedida”, cuenta. “Por ahora no estoy pensando en migrar, aunque estoy preocupado y nunca se sabe si tendré que tomar esa decisión en el futuro”, afirma.
Quien sí estaba pensando en migrar es Odalys Laínez, sampedrana y madre de una niña de 11 años, quien también se quedó sin empleo en junio. “Tenía pensado irme, pero el monto de la liquidación que me correspondía no me benefició lo suficiente, por lo que ahora no me puedo movilizar”, explica. “Mi idea es encontrar un empleo, pero siempre está en mis planes salir del país”, añade.
Algo similar le sucede a Ángel Ordoñez, técnico automotriz que se quedó sin empleo en enero, justo antes de que se desatara la pandemia. “Tenía otro trabajo amarrado pero debido a la COVID-19 no pude comenzar. Estoy pensando seriamente en migrar, la situación está muy difícil en Honduras”, señala.
Cambio de planes
Otras personas también han visto cómo sus planes de estudiar en el exterior se veían truncados debido a la pandemia. Pamela Retes debía viajar en agosto a Suecia para iniciar una maestría, pero a poco más de un mes, aún no sabe si será posible. “Todavía no se ha determinado si las clases serán online. El Gobierno de Suecia tomó la decisión de no aceptar en las aulas a más de 50 personas, por lo que no sabemos si será posible ya que normalmente el número de alumnos que asisten a clase es superior”.
Ante esta situación, manifiesta una sensación de incertidumbre, “ni siquiera hay vuelos comerciales en este momento”, señala. “Si finalmente la maestría inicia en modalidad virtual, me quedaré en Honduras”.
Mariela Kawas, hondureña radicada en El Salvador, también se ha visto afectada por la pandemia. En su caso, ella podría ingresar a Honduras, pero son varias razones las que le frenan a regresar a casa: “En primer lugar, me da miedo manejar por carretera sola durante tanto tiempo. Además, los nuevos casos positivos en Tegucigalpa están aumentando considerablemente. En tercer lugar, mis padres son mayores, mi papá tiene 83 años y mi mamá es hipertensa y diabética, temo poder contagiarles eventualmente”, explica.
A todo esto, hay que añadir que, en caso de regresar a El Salvador, tendría que hacer una cuarentena mínima de siete días en un Centro de Contención, una situación por la que no quiere pasar. “Eso sí, una cuarentena domiciliaria la respetaría a cabalidad”. Por el momento, el abrazo a sus padres deberá esperar.
Sondeo en línea
Todos estos casos son solo ejemplos de cómo la COVID-19 ha cambiado los planes de miles de hondureñas y hondureños, y también a personas migrantes de otras nacionalidades que residen en el país. En este sentido, la Organización Internacional para las migraciones (OIM) ha lanzado un sondeo con el fin de conocer los cambios en las dinámicas migratorias, las afectaciones en la movilidad laboral y las afectaciones a las personas migrantes.
El sondeo es en línea y anónimo, la OIM no recolectará información personal como nombres, números de identidad u otro dato sensible que ponga en riesgo la integridad de las personas migrantes que accedan a participar. Puede completar la encuesta en: https://bit.ly/2M1Mo5F