Las condiciones de salud están involucradas en todas las fases del ciclo migratorio y todos los patrones de movilidad existentes. La migración en sí misma no es un riesgo para la salud, pero sí un determinante. Los problemas que presentan quienes migran son debido a la combinación de factores físicos y psicológicos, las características del proceso y el contexto social.

En los últimos años, y con recursos del Fondo de Desarrollo de la OIM, ejecutamos el proyecto Fortalecimiento de capacidades de los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua para abordar la salud de los migrantes desde un enfoque multisectorial con el fin de incidir positivamente en la generación de estrategias nacionales a favor del cumplimiento del derecho a la Salud. Con este proyecto también se contribuyó en la identificación de respuesta a las necesidades en salud de migrantes en situación irregular, personas retornadas y familias en las comunidades de origen a través del Estudio sobre la condición de la salud, acceso a los servicios, riesgos y vulnerabilidades específicos a la migración.

En 2017, en coordinación con contrapartes y en el marco del proyecto Retorno y Reintegración, implementamos por primera vez en Latinoamérica la Encuesta de Bienestar de la Niñez y Adolescencia, con lo que buscamos aportar a la protección y garantía de los derechos de las personas más vulnerables. Este instrumento será la base para el análisis del tema migratorio y su relación con las distintas manifestaciones de violencia presente en la vida de niñas, niños, adolescentes y jóvenes. La información recopilada servirá para la formulación de políticas de asistencia que aporten a su desarrollo físico, emocional y social. El sondeo incluye cuestionarios en español que también han sido traducidos a cuatro idiomas mayas: K'iche', Kaqchikel, Mam y Q'eqchi'.

Asimismo, brindamos asistencia médica y sesiones psicosociales de recuperación emocional para niñez y adolescencia migrante retornada en los centros de recepción.

La OIM, con su visión de migrantes saludables en comunidades saludables, reconoce la necesidad de disponer de más datos sobre la salud de las y los migrantes y su acceso a la atención en salud para fundamentar la toma de decisiones basadas en la evidencia.